Cuento

Ya nos lo habían advertido las enigmáticas golondrianas "Hoy vendrá la que, en la nada, hace Todo, la que teméis los déspotas de la naturaleza". Los pájaros nunca mienten, no son como nosotros.
Llegó con la virulenta calma que la caracteriza. Lejos se escuchaban sus desgarrados y casi melancólicos gritos guturales, esos que te paralizan el corazón, que te hacen ver cuan insignificante es tu misera vida y te hacen preguntarte “¿porqué?”. Si los escuchas bien puedes, incluso, sentir su furia, su despecho, su odio hacia nosotros... Pero no había tiempo de escuchar, nunca lo había; dentro del sombrío y seguro bastión todos corrían de aquí para allá y gritaban "No dejar que entre", "Cerradlo todo". Pánico y Miedo eran directores de esta macabra danza ritual de protección, no eran muy buenos jefes, pero siempre nos conformamos con las suaves brisas del anhelo de nuestros sueños.

Cerraba una de las compuertas superiores intentando olvidar el estruendoso tintineo de sus dedos contra el inerte muro cuando me rozo. Al principio me aterroricé, me habían advertido que corriera si me tocaba, pero sin embargo, al sentir su frió y húmedo tacto en mi mano olvide lo que mi irracional mente me ordenaba, me desnude y salí a la terraza. Cuan equivocados habíamos estado, no vi destrucción, no vi caos, solo vi belleza. Me abrazo delicadamente con su gélido y celestial cuerpo, notaba sus dedos recorrer mi cuerpo con la delicadeza de una solitaria y plácida pluma ¡esos que tanto había temido!. Vi su cabello, gris, casi monocromático, convertir al mundo en un reflejo de su melancólica alma. A pesar de que sabia que rompería ese mágico momento le pregunte:
-¿Porqué estas triste?
-Porque vosotros ya no me amáis, cuando era joven y os visitaba os alegrabais: cantábamos, bailábamos, hacíamos el amor … Pero ahora ya no, cuando me oís llegar corréis, os escondéis de mi, ya no me amáis, me odiáis, siempre estáis deseando que me marche... ¿He hecho algo malo? Solo quiero daros vida como se la doy al resto del mundo

Podría haber contestado muchas cosas: “destruyes cultivos”, “nos haces daño”... un millón de cosas, pero cuando escuchaba la escuchaba llorar tan amargamente no podía evitar sentirme culpable, ella no conoce nuestras costumbres, no sabe que las ciudades se inundan, o que los coches se estropean, ella solo nos da su amor incondicional como sabe.
Sin pensar si me considerarían un loco, un héroe, un amante o un villano la bese con toda mi ser, con uno de esos besos que tu alma guarda por miedo a darlo y no ser correspondida. Y así, en ese beso etéreo, inexistente, único, pasamos una eternidad... hasta que tuvo que irse. Solo me dejo un susurro entre los últimos vientos tormentosos “gracias...”
Nunca inspirar el purificado aire de después de la tormenta me había resultado tan triste, ni tan maravilloso. Sin polución, si marcas de nuestra tecnológica soberbia, solo con un suave olor, un olor único, su olor.
Nunca había entendido a Dr.Jekyll cuando dijo "Quiéreme cuando menos lo merezca, porque será cuando más lo necesite" ahora, lloro al recordarla...

Vale bueno he aqui mi comentario estoy sin palabras es raro lo se pero es que ha sido raro bonito porque ha sido bonito pero no logro descubrir quien es la chica por llamarlo de algun modo pero me ha encantado ^-^

Me ha pasado lo mismo q a patto, pero me gusta como eescribes

Me encanta como escribes! Y la última frase uff lo has coronado muy bien