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Sentimientos
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Zerosh Dharck
yuki
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Tsubasa
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:: :: CULTURA
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Sentimientos
Sentimientos
-Introducción:
Os dejo una serie de relatos que he escrito, son muy personal y los he escrito por recomendación de un gran amigo de este foro, para relajarme y expresar mejor mi sentimiento interior. Gracias Sion.
-Canción auxiliar:
Pongo la canción que me ha ayudado a escribir esta composición:
-Relato nº1, Sentimientos:
Enciendo la luz de mi lámpara, y observo la imagen de mi mundo por la ventana. Hace frío, y está oscuro, más de lo que me hubiera imaginado. Mi mano se cierne sobre la única fuente de calor de la habitación, un fuego fatuo, buscando cobijo y satisfacción. Pero de repente me levanto y huyo, abro un baúl e introduzco mis recuerdos en él. Saco una llave, lo cierro y la escondo en lo más profundo de mi ser, donde nadie pueda acceder a ella; abro los ojos, miro por la ventana de nuevo. Nadie se ha dado cuenta, lo que me produce satisfacción y pena, a partes desiguales. Oigo un ruido, me giro asustado, escondo la llave con fuerza, y la veo a ella. No me asombra su presencia, siempre fiel, frente a mí encuentro a la única mujer a la que amé. Me da su mano y me sonríe, me calma con sus palabras, y llora al verme cubierto de harapos. Su mirada desgarra mi alma en pedazos, y la pregunto: “¿qué hice mal?”. No deja de sollozar, produciéndome sentimientos de odio a mi ser, a lo que me he convertido. “Nada”, me contesta, y tras unos segundos reflexiona: “eres honesto y noble”. La acaricio, y sujeto su mano con firmeza, mientras en mi interior dudo de sus palabras. “No es suficiente”, pronuncio al fin, evitando cualquier contacto con sus ojos vidriosos. Ella, sujeta mi barbilla y me obliga a observarla, mientras sendas lágrimas cruzan mi rostro sucio y descuidado. Se acerca a mi mejilla, y me besa tiernamente, aproximándose a mi oído. “Nunca nadie podrá decir algo malo de ti”, me susurra, “eres pureza, honradez... tu mirada enternecedora, generoso, preocupado: diferente”. Caigo de rodillas frente a sus palabras, me desahogo a sus pies, sufro desconsoladamente. Sin dilación, se agacha y me abraza, silenciosamente recoge la llave de mi interior y la muestra con diligencia. Levantándose, camina hacia el baúl y lo examina detenidamente. Decidida, lo abre y busca en su contenido; tras largo rato, entiendo su propósito, su rostro refleja satisfacción al encontrar lo que tanto ansiaba. Vuelve a acercarse a mí, y me tiende los recuerdos de mi pasado, que con esfuerzo empeñé en arrinconar. “Nunca los dejes atrás”, oigo pronunciar de sus labios, carnosos y cautivadores, a la vez que los deposita uno a uno a mis pies, exceptuando el último. Me fijo en su parpadeo, sé qué sentimiento contiene, mi mayor fracaso y sufrimiento. Me distancio de ella, temo sus próximas acciones, poco a poco me voy acercando al fuego fatuo de la habitación, refugiándome en él. La dama se aproxima lentamente, su semblante ha cambiado: denota seriedad y preocupación: “Acéptalo, es parte de ti”. Me tiemblan las manos, noto cada gota de sudor por mis poros; recojo la tableta y me fijo en su nombre. Soledad. Intento romperla, deshacerme de ella, pero no logro mi objetivo. Cierro los ojos, y despacio, con voz ahogada, susurro: “pudiste ser tú”. Su mirada vuelve a tornarse emotiva y dulce, se sienta a mi lado y me besa apasionadamente, para terminar sincerándose: “Vive el presente”. De repente, su imagen se esfuma, desaparece; me despierto de nuevo recostado en mi asiento, en torno al fuego, y vuelvo a clavar mi mirada en la ventana, en el mundo que me rodea. Todo sigue igual.
FIN DEL RELATO Nº1
-Relato nº2, Melancolía:
Diez de la noche. Me encuentro ajustándome la corbata, atusando mi traje, preparándome para una nueva salida. Me miro al espejo y sonrío: me observo atractivo, deslumbrante. Recojo mi bufanda, mi prenda favorita. La coloco con cuidado en mi cuello, debe de estar perfectamente situada; salgo por la puerta con confianza. Camino por la calle, mientras observo a las masas de gente felices, es época de fiestas y diversión. Paro un taxi, tengo que llegar puntual a mi destino, es una ocasión única e irrepetible. El conductor me pregunta: “¿Adónde?”, a lo que respondo: “A la calle Lozano 23, por favor”. Arranca el coche, y siento el cambio de temperatura en el vehículo, transformando mis sensaciones frente a la noche que me esperaba. “¿Será lo correcto?”, me pregunto, a la vez que busco en mi bolsillo la cartera. Hurgo en uno de sus pliegues, sacando una foto. Una idea ronda mi cabeza al mirarla; siento una llama ardiente en mi interior, que me impide pensar con claridad. “Es preciosa”, medito sonriente, mientras guardo la foto de nuevo. Tras unos instantes, me acomodo en el asiento del coche, esperando impaciente el transcurso del tiempo, lento y dañino como una daga atravesando mi alma, mientras pienso en el calor de la sonrisa de mi dama.
“Ya hemos llegado”, informa el conductor. “Al fin”, pienso, mientras abono el dinero al trabajador. Salgo rápido del vehículo, estoy nervioso. Al alcanzar la puerta del local, denoto mi reflejo en ella, me detengo un instante para engalanarme. Con miedo, me interno en el lugar: lleno, como de costumbre, menos una zona concreta. En ella, se alza un piano de cola, majestuoso e imponente, esperando a su intérprete. En primera fila, encuentro mi mesa vacía con dos sillas alrededor. Me relajo en la más cercana, noto como el ambiente que se respira en el entorno es cada vez más tranquilo y expectante. Lentamente se apagan las luces, y aparece una señorita de gala. Al verla, mi corazón se ilumina, se resplandece por instantes. “Cuánto ansiabas este momento”, me comenta mi alma, mi sincera amiga. “Está más magnífica de lo que cualquier hombre hubiera imaginado”, la replico, mientras el camarero me trae mi común bebida. Antes de que mi compañera pudiera responder, mi musa comienza a tocar el lindo instrumento. Sus dedos se mueven con elegancia y soltura, expresando en cada nota su amor y pureza, melancolía y belleza. Me muestra su carácter, sus miedos y recelos; me deslumbra con su fogosidad, con su lamento; me atrapa en su mundo, me enseña sus propias vivencias, atrapadas en su propia esencia interior. Tras largo rato, ínfimo para mis sentidos, se produce una parada, obligándome a salir de mis pensamientos y a fijar mi mirada nuevamente en ella. Se encuentra mirándome dulcemente, durante unos breves e intensos instantes; procede a tocar mi composición tan querida. “Claro de Luna”, adivino inmediatamente; ella lo sabe. Sabe que la amo, que su imagen es el mayor de mis anhelos, deseo su calor y su presencia, poder tocar su cabello oscuro como el ébano, su tez clara como la luna. El tiempo transcurre, pero esta vez rápido y melodiosamente, mientras pienso en el brillo de los ojos de mi musa.
Termina su obra. Avanza lenta pero ansiosa hacia mi mesa, me levanto y la ofrezco asiento, sin apartar alguno la mirada de los ojos del amado. Me sitúo enfrente suya, comienzo a notar el olor de su perfume, cautivador y sensual, tal y como lo recordaba. “Y bien... ¿cómo me encuentras?”, pregunta tímidamente. Respondo, acariciando su mejilla derecha, a la luz de las velas: “Amor, estás maravillosa”. Su tez se sonroja, sus ojos parpadean, sus labios emiten una clara y profunda satisfacción interior. Adivino sus pensamientos: “ha pasado mucho tiempo”; “¿por qué has venido?”; “¿por qué te fuiste?”. Previo a sus palabras, adelanto mi sinceridad: “Lo siento”. Me mira profundamente, sobre cada rincón de mi ser; observa que digo la verdad. Pero su reacción me sorprende, me destruye, me desgarra y destroza. No esperaba esa mirada, ni esa frialdad en sus acciones, en su comportamiento. Aleja su mano, rechaza mi presencia, no olvida el pasado que tanto nos atormenta. “No puedo rescatar nuestra melancolía”, pronuncia al fin. Tardé unos segundos en comprender la frase, en su significado, en el dolor que suponía para ella emitir cada letra, cada palabra. Comprendí que mi musa me quería, me amaba. Comprendí que daría su vida por estar a mi lado, por compartir cada momento conmigo. Comprendí que había terminado. El tiempo se para, repentinamente, mientras pienso en los sentimientos de mi doncella.
Abrazo a mi dama, la noto sollozar en mis brazos. Su calor me reconforta, me rehuye, me mata. La acaricio tiernamente, la beso en la frente, me despido de ella. Salgo del bar, observo mi reflejo en la puerta. Me encuentro demacrado, sucio, mugriento y desconsolado. Veo el llanto en mis ojos, y en los de mi dama; caigo de rodillas frente a la nieve, no puedo andar. Intento recuperarme, las fuerzas me han abandonado. Mi vista se nubla silenciosamente, dejo de lado la vida. Mis dedos se entumecen, se enfrían; mi alma corre, se escapa; mi corazón deja de latir, se esfuma. El tiempo se corta, a intervalos, mientras pienso en la imagen de mi amada.
FIN DEL RELATO Nº2.
-Relato nº3, Pena:
Me despido de ti. Mis palabras se tornan ciegas y vacías de sentimiento al compararlas con todo lo vivido. Supe desde el primer instante que serías una persona de vital importancia en mi vida, que tu presencia bastaría para tornar el destino de un joven atormentado. Apareciste como una llamarada: pasional, arrasadora, bella, calurosa. Aún hoy conservo las tintas de esa imagen, de ese impacto en mi ser; la casualidad no tuvo lugar ese día. Asustado, quise acercarme a ti, quise averiguar los detalles de tu comportamiento, cada recoveco de tu alma; captar tu esencia, emanar tu graciosidad. Cada movimiento tuyo sonaba como melodía en mi mente, como una leve sonata de piano para mis oídos. Tu pelo, oscuro como el ébano, suave como la seda, de corte y caída perfectas; tus ojos, exóticos, de color vivaz, grandes y elocuentes, cuya mirada atravesaba mi corazón decididamente; tus labios, finos y delicados, denotaban dulzura y cariño, tu sonrisa transmitía la mayor de las ternuras, de las bondades del ser humano. Tu cuerpo, de magnífico contorno, delgado y sinuoso, cumbre de toda belleza hallada en el horizonte de mis pupilas. Era el culmen del acabado impecable, de lo insuperable; era la mejor sinfonía, el más trabajado preludio, el concierto, cada acorde, conjunto colorido que ofrecía el espectáculo más agradable y enamoradizo. Mi retina falseaba tus defectos, los convertía en tus sobresalientes virtudes, rasgos especiales de tu ser. Con todo ello, tu prodigiosa y mágica manera de disfrutar de la vida fue la gran finalidad de mi interés. Agradecías toda buena acción, todo sentimiento adulador hacia ti y tu entorno; eras clara y concisa, albúmina y afable, tu máxima meta era la felicidad; contrastaba con mi visión abrupta y desoladora, incorrecta frente al cosmos. Honesta, honrada, pura y blanca como la nieve, tu rostro nunca reflejaba dolor o queja alguna; tus muestras de cariño eran comunes y fatales, te atrapaban en una espiral de continua adoración y predilección, de contactos y caricias. Mi amor por ti era innegable, imposible de encerrar, de cubrir con un manto de mentiras; desde el primer momento lo sentiste. Observaste cómo quedé prendado de tus encantos sobrenaturales, y respondiste a mi llamada; sentí sobre mí el mismo calor que desprendían mis sentimientos por tu querer, por tu luminosidad cegadora que envolvía en un paraíso sin equivalente y fin. El instante fue supremo, dichoso; próspero y eterno.
Me despido de ti. Mi incapacidad de demostrarte mi afecto fue mi mayor error. Temía por el gran tupido que tapaba y dificultaba la verdad, ese gran resquicio que otorgó el final a nuestra historia. Fueron meses felices, en los que nuestras comunes muestras de cariño se llevaron el gran aplauso, la mayor de las condecoraciones. Era la verdad, nuestra forma de entender la vida, nuestra finalidad y dedicación; una simple lágrima tuya bastaba para romper mi alegría durante días, para llevarse cada pedazo de mi alma en bandeja. Desde tu ventana me observabas, y sonreías al verme llamar a tu puerta vestido de galán, con la sutileza y presencia de un caballero, mientras ansiaba por alcanzar el momento de tenerte en mis brazos, de coger tu mano a la luz de las velas y demostrar nuestro amor incondicional. Pero nunca sospechamos de un giro de argumento en nuestra película. Un día aciago, todo acabó, repentina y dolorosamente. Te fuiste de mi lado, escapaste de mi protección, todo por mi error, por no saber representar mi devoción y predilección hacia ti. El cuento, transformado en pesadilla, me abrumó y lapidó. Tal sacrificio asfixió una parte de mí, hasta extinguirse en el fondo de mis recuerdos, donde nuevos lo cubrieron durante meses; hasta que la melancolía me alcanzó. Tocó mi mente, golpeó mi espíritu; su voz fue nítida y concisa. Me liberó de culpa y dolor, de rechazo y condena; mi respiración se calmó, mi pulso se estabilizó. Mi mundo se tornó claro y luminoso; mi llama, ardiente y activa; mi corazón, valiente y decidido.
Hoy, amada, me despido de ti.
FIN DEL RELATO Nº3.
-Introducción:
Os dejo una serie de relatos que he escrito, son muy personal y los he escrito por recomendación de un gran amigo de este foro, para relajarme y expresar mejor mi sentimiento interior. Gracias Sion.
-Canción auxiliar:
Pongo la canción que me ha ayudado a escribir esta composición:
-Relato nº1, Sentimientos:
Enciendo la luz de mi lámpara, y observo la imagen de mi mundo por la ventana. Hace frío, y está oscuro, más de lo que me hubiera imaginado. Mi mano se cierne sobre la única fuente de calor de la habitación, un fuego fatuo, buscando cobijo y satisfacción. Pero de repente me levanto y huyo, abro un baúl e introduzco mis recuerdos en él. Saco una llave, lo cierro y la escondo en lo más profundo de mi ser, donde nadie pueda acceder a ella; abro los ojos, miro por la ventana de nuevo. Nadie se ha dado cuenta, lo que me produce satisfacción y pena, a partes desiguales. Oigo un ruido, me giro asustado, escondo la llave con fuerza, y la veo a ella. No me asombra su presencia, siempre fiel, frente a mí encuentro a la única mujer a la que amé. Me da su mano y me sonríe, me calma con sus palabras, y llora al verme cubierto de harapos. Su mirada desgarra mi alma en pedazos, y la pregunto: “¿qué hice mal?”. No deja de sollozar, produciéndome sentimientos de odio a mi ser, a lo que me he convertido. “Nada”, me contesta, y tras unos segundos reflexiona: “eres honesto y noble”. La acaricio, y sujeto su mano con firmeza, mientras en mi interior dudo de sus palabras. “No es suficiente”, pronuncio al fin, evitando cualquier contacto con sus ojos vidriosos. Ella, sujeta mi barbilla y me obliga a observarla, mientras sendas lágrimas cruzan mi rostro sucio y descuidado. Se acerca a mi mejilla, y me besa tiernamente, aproximándose a mi oído. “Nunca nadie podrá decir algo malo de ti”, me susurra, “eres pureza, honradez... tu mirada enternecedora, generoso, preocupado: diferente”. Caigo de rodillas frente a sus palabras, me desahogo a sus pies, sufro desconsoladamente. Sin dilación, se agacha y me abraza, silenciosamente recoge la llave de mi interior y la muestra con diligencia. Levantándose, camina hacia el baúl y lo examina detenidamente. Decidida, lo abre y busca en su contenido; tras largo rato, entiendo su propósito, su rostro refleja satisfacción al encontrar lo que tanto ansiaba. Vuelve a acercarse a mí, y me tiende los recuerdos de mi pasado, que con esfuerzo empeñé en arrinconar. “Nunca los dejes atrás”, oigo pronunciar de sus labios, carnosos y cautivadores, a la vez que los deposita uno a uno a mis pies, exceptuando el último. Me fijo en su parpadeo, sé qué sentimiento contiene, mi mayor fracaso y sufrimiento. Me distancio de ella, temo sus próximas acciones, poco a poco me voy acercando al fuego fatuo de la habitación, refugiándome en él. La dama se aproxima lentamente, su semblante ha cambiado: denota seriedad y preocupación: “Acéptalo, es parte de ti”. Me tiemblan las manos, noto cada gota de sudor por mis poros; recojo la tableta y me fijo en su nombre. Soledad. Intento romperla, deshacerme de ella, pero no logro mi objetivo. Cierro los ojos, y despacio, con voz ahogada, susurro: “pudiste ser tú”. Su mirada vuelve a tornarse emotiva y dulce, se sienta a mi lado y me besa apasionadamente, para terminar sincerándose: “Vive el presente”. De repente, su imagen se esfuma, desaparece; me despierto de nuevo recostado en mi asiento, en torno al fuego, y vuelvo a clavar mi mirada en la ventana, en el mundo que me rodea. Todo sigue igual.
FIN DEL RELATO Nº1
-Relato nº2, Melancolía:
Diez de la noche. Me encuentro ajustándome la corbata, atusando mi traje, preparándome para una nueva salida. Me miro al espejo y sonrío: me observo atractivo, deslumbrante. Recojo mi bufanda, mi prenda favorita. La coloco con cuidado en mi cuello, debe de estar perfectamente situada; salgo por la puerta con confianza. Camino por la calle, mientras observo a las masas de gente felices, es época de fiestas y diversión. Paro un taxi, tengo que llegar puntual a mi destino, es una ocasión única e irrepetible. El conductor me pregunta: “¿Adónde?”, a lo que respondo: “A la calle Lozano 23, por favor”. Arranca el coche, y siento el cambio de temperatura en el vehículo, transformando mis sensaciones frente a la noche que me esperaba. “¿Será lo correcto?”, me pregunto, a la vez que busco en mi bolsillo la cartera. Hurgo en uno de sus pliegues, sacando una foto. Una idea ronda mi cabeza al mirarla; siento una llama ardiente en mi interior, que me impide pensar con claridad. “Es preciosa”, medito sonriente, mientras guardo la foto de nuevo. Tras unos instantes, me acomodo en el asiento del coche, esperando impaciente el transcurso del tiempo, lento y dañino como una daga atravesando mi alma, mientras pienso en el calor de la sonrisa de mi dama.
“Ya hemos llegado”, informa el conductor. “Al fin”, pienso, mientras abono el dinero al trabajador. Salgo rápido del vehículo, estoy nervioso. Al alcanzar la puerta del local, denoto mi reflejo en ella, me detengo un instante para engalanarme. Con miedo, me interno en el lugar: lleno, como de costumbre, menos una zona concreta. En ella, se alza un piano de cola, majestuoso e imponente, esperando a su intérprete. En primera fila, encuentro mi mesa vacía con dos sillas alrededor. Me relajo en la más cercana, noto como el ambiente que se respira en el entorno es cada vez más tranquilo y expectante. Lentamente se apagan las luces, y aparece una señorita de gala. Al verla, mi corazón se ilumina, se resplandece por instantes. “Cuánto ansiabas este momento”, me comenta mi alma, mi sincera amiga. “Está más magnífica de lo que cualquier hombre hubiera imaginado”, la replico, mientras el camarero me trae mi común bebida. Antes de que mi compañera pudiera responder, mi musa comienza a tocar el lindo instrumento. Sus dedos se mueven con elegancia y soltura, expresando en cada nota su amor y pureza, melancolía y belleza. Me muestra su carácter, sus miedos y recelos; me deslumbra con su fogosidad, con su lamento; me atrapa en su mundo, me enseña sus propias vivencias, atrapadas en su propia esencia interior. Tras largo rato, ínfimo para mis sentidos, se produce una parada, obligándome a salir de mis pensamientos y a fijar mi mirada nuevamente en ella. Se encuentra mirándome dulcemente, durante unos breves e intensos instantes; procede a tocar mi composición tan querida. “Claro de Luna”, adivino inmediatamente; ella lo sabe. Sabe que la amo, que su imagen es el mayor de mis anhelos, deseo su calor y su presencia, poder tocar su cabello oscuro como el ébano, su tez clara como la luna. El tiempo transcurre, pero esta vez rápido y melodiosamente, mientras pienso en el brillo de los ojos de mi musa.
Termina su obra. Avanza lenta pero ansiosa hacia mi mesa, me levanto y la ofrezco asiento, sin apartar alguno la mirada de los ojos del amado. Me sitúo enfrente suya, comienzo a notar el olor de su perfume, cautivador y sensual, tal y como lo recordaba. “Y bien... ¿cómo me encuentras?”, pregunta tímidamente. Respondo, acariciando su mejilla derecha, a la luz de las velas: “Amor, estás maravillosa”. Su tez se sonroja, sus ojos parpadean, sus labios emiten una clara y profunda satisfacción interior. Adivino sus pensamientos: “ha pasado mucho tiempo”; “¿por qué has venido?”; “¿por qué te fuiste?”. Previo a sus palabras, adelanto mi sinceridad: “Lo siento”. Me mira profundamente, sobre cada rincón de mi ser; observa que digo la verdad. Pero su reacción me sorprende, me destruye, me desgarra y destroza. No esperaba esa mirada, ni esa frialdad en sus acciones, en su comportamiento. Aleja su mano, rechaza mi presencia, no olvida el pasado que tanto nos atormenta. “No puedo rescatar nuestra melancolía”, pronuncia al fin. Tardé unos segundos en comprender la frase, en su significado, en el dolor que suponía para ella emitir cada letra, cada palabra. Comprendí que mi musa me quería, me amaba. Comprendí que daría su vida por estar a mi lado, por compartir cada momento conmigo. Comprendí que había terminado. El tiempo se para, repentinamente, mientras pienso en los sentimientos de mi doncella.
Abrazo a mi dama, la noto sollozar en mis brazos. Su calor me reconforta, me rehuye, me mata. La acaricio tiernamente, la beso en la frente, me despido de ella. Salgo del bar, observo mi reflejo en la puerta. Me encuentro demacrado, sucio, mugriento y desconsolado. Veo el llanto en mis ojos, y en los de mi dama; caigo de rodillas frente a la nieve, no puedo andar. Intento recuperarme, las fuerzas me han abandonado. Mi vista se nubla silenciosamente, dejo de lado la vida. Mis dedos se entumecen, se enfrían; mi alma corre, se escapa; mi corazón deja de latir, se esfuma. El tiempo se corta, a intervalos, mientras pienso en la imagen de mi amada.
FIN DEL RELATO Nº2.
-Relato nº3, Pena:
Me despido de ti. Mis palabras se tornan ciegas y vacías de sentimiento al compararlas con todo lo vivido. Supe desde el primer instante que serías una persona de vital importancia en mi vida, que tu presencia bastaría para tornar el destino de un joven atormentado. Apareciste como una llamarada: pasional, arrasadora, bella, calurosa. Aún hoy conservo las tintas de esa imagen, de ese impacto en mi ser; la casualidad no tuvo lugar ese día. Asustado, quise acercarme a ti, quise averiguar los detalles de tu comportamiento, cada recoveco de tu alma; captar tu esencia, emanar tu graciosidad. Cada movimiento tuyo sonaba como melodía en mi mente, como una leve sonata de piano para mis oídos. Tu pelo, oscuro como el ébano, suave como la seda, de corte y caída perfectas; tus ojos, exóticos, de color vivaz, grandes y elocuentes, cuya mirada atravesaba mi corazón decididamente; tus labios, finos y delicados, denotaban dulzura y cariño, tu sonrisa transmitía la mayor de las ternuras, de las bondades del ser humano. Tu cuerpo, de magnífico contorno, delgado y sinuoso, cumbre de toda belleza hallada en el horizonte de mis pupilas. Era el culmen del acabado impecable, de lo insuperable; era la mejor sinfonía, el más trabajado preludio, el concierto, cada acorde, conjunto colorido que ofrecía el espectáculo más agradable y enamoradizo. Mi retina falseaba tus defectos, los convertía en tus sobresalientes virtudes, rasgos especiales de tu ser. Con todo ello, tu prodigiosa y mágica manera de disfrutar de la vida fue la gran finalidad de mi interés. Agradecías toda buena acción, todo sentimiento adulador hacia ti y tu entorno; eras clara y concisa, albúmina y afable, tu máxima meta era la felicidad; contrastaba con mi visión abrupta y desoladora, incorrecta frente al cosmos. Honesta, honrada, pura y blanca como la nieve, tu rostro nunca reflejaba dolor o queja alguna; tus muestras de cariño eran comunes y fatales, te atrapaban en una espiral de continua adoración y predilección, de contactos y caricias. Mi amor por ti era innegable, imposible de encerrar, de cubrir con un manto de mentiras; desde el primer momento lo sentiste. Observaste cómo quedé prendado de tus encantos sobrenaturales, y respondiste a mi llamada; sentí sobre mí el mismo calor que desprendían mis sentimientos por tu querer, por tu luminosidad cegadora que envolvía en un paraíso sin equivalente y fin. El instante fue supremo, dichoso; próspero y eterno.
Me despido de ti. Mi incapacidad de demostrarte mi afecto fue mi mayor error. Temía por el gran tupido que tapaba y dificultaba la verdad, ese gran resquicio que otorgó el final a nuestra historia. Fueron meses felices, en los que nuestras comunes muestras de cariño se llevaron el gran aplauso, la mayor de las condecoraciones. Era la verdad, nuestra forma de entender la vida, nuestra finalidad y dedicación; una simple lágrima tuya bastaba para romper mi alegría durante días, para llevarse cada pedazo de mi alma en bandeja. Desde tu ventana me observabas, y sonreías al verme llamar a tu puerta vestido de galán, con la sutileza y presencia de un caballero, mientras ansiaba por alcanzar el momento de tenerte en mis brazos, de coger tu mano a la luz de las velas y demostrar nuestro amor incondicional. Pero nunca sospechamos de un giro de argumento en nuestra película. Un día aciago, todo acabó, repentina y dolorosamente. Te fuiste de mi lado, escapaste de mi protección, todo por mi error, por no saber representar mi devoción y predilección hacia ti. El cuento, transformado en pesadilla, me abrumó y lapidó. Tal sacrificio asfixió una parte de mí, hasta extinguirse en el fondo de mis recuerdos, donde nuevos lo cubrieron durante meses; hasta que la melancolía me alcanzó. Tocó mi mente, golpeó mi espíritu; su voz fue nítida y concisa. Me liberó de culpa y dolor, de rechazo y condena; mi respiración se calmó, mi pulso se estabilizó. Mi mundo se tornó claro y luminoso; mi llama, ardiente y activa; mi corazón, valiente y decidido.
Hoy, amada, me despido de ti.
FIN DEL RELATO Nº3.
Última edición por Tsubasa el Vie Ene 07, 2011 7:25 am, editado 4 veces
Tsubasa- Nivel 52
- Mensajes : 1595
Fecha de inscripción : 14/05/2010
Edad : 34
Localización : Collado Villalba/Winhill
Re: Sentimientos
Acabo de llegar a la oficina y tener la oportunidad de leer algo así nada más empezar el día no tiene precio.
Y sabes una cosa Oli? Yo también me siento como tú muy a menudo y entiendo tus palabras.
Simplemente puedo decirte, como amigo tuyo que me considero, que si necesitas un poco más de fuerza para romper esa tableta aquí me tienes.
Un abrazo, mucho ánimo y gracias por redactar tus sentimientos en un "papel" .... hay que ser muy valiente para hacerlo.
Esta canción quiero dedicártela pues a mi me ayuda mucho por dentro cuando estoy así.
Y sabes una cosa Oli? Yo también me siento como tú muy a menudo y entiendo tus palabras.
Simplemente puedo decirte, como amigo tuyo que me considero, que si necesitas un poco más de fuerza para romper esa tableta aquí me tienes.
Un abrazo, mucho ánimo y gracias por redactar tus sentimientos en un "papel" .... hay que ser muy valiente para hacerlo.
Esta canción quiero dedicártela pues a mi me ayuda mucho por dentro cuando estoy así.
Admin- Nivel 47
- Mensajes : 1356
Fecha de inscripción : 22/12/2009
Edad : 38
Re: Sentimientos
Muchas gracias, Apo, son muy importantes esas palabras para mí La verdad es que no tenía muy claro si subirlo al foro o no... es demasiado personal, me da mucho reparo, pero Sion me incitó a hacerlo y veo que tenía razón, mientras haya una sola persona que se haya preocupado por leerlo... bueno, qué mas decirte, muchísimas gracias por tu apoyo, Amigo ^^
Tsubasa- Nivel 52
- Mensajes : 1595
Fecha de inscripción : 14/05/2010
Edad : 34
Localización : Collado Villalba/Winhill
Re: Sentimientos
Me has dejado alucinada O.o . Es muy profundo. Me has dado que pensar cuando la muejr de te tus "recuerdos" y te dice " Aceptalo, es parte de ti". Que razon tiene.....
yuki- Nivel 100
- Mensajes : 11226
Fecha de inscripción : 12/01/2010
Edad : 35
Localización : Madrid
Re: Sentimientos
Creo que solo puedo decirte fantástico el resto de mi opinión sobraría aquí
1 abrazo
1 abrazo
Invitado- Invitado
Re: Sentimientos
Muchas gracias a los tres... ^^ y no Gioco, tu opinión no sobra ni un ápice... puedes exponer tu punto de vista sin reparos y realmente no sé si será bueno, malo o peor... pero creo que es sincero y está basado en mis vivencias y sentimientos... gracias de nuevo por tomaros la molestia de leerlo ^^
Tsubasa- Nivel 52
- Mensajes : 1595
Fecha de inscripción : 14/05/2010
Edad : 34
Localización : Collado Villalba/Winhill
Re: Sentimientos
Oli lo primero que quiero decirte es que gracias a ti por subir algo tan personal y que como bien dice Apo es de valientes hacerlo.
Lo segundo es que me he quedado impresionada por el relato en sí, creo que esta genial, que tiene una buena redacción y que impresiona al leerlo.
Y por último pero no menos importante es lo que expresas con este relato, sobre todo la mujer las cosas que dice que tiene toda la razon tenemos que aprender a vivir con el pasado, con nuestros recuerdos por qeu son parte de nosotros.
^^
Lo segundo es que me he quedado impresionada por el relato en sí, creo que esta genial, que tiene una buena redacción y que impresiona al leerlo.
Y por último pero no menos importante es lo que expresas con este relato, sobre todo la mujer las cosas que dice que tiene toda la razon tenemos que aprender a vivir con el pasado, con nuestros recuerdos por qeu son parte de nosotros.
^^
Invitado- Invitado
Re: Sentimientos
... sinceramente, no puedo describir la cara que se me ha quedado ...
impresionante es poco ... además de que yo también ... conozco bien el tema y me ha recordado muchas cosas ...
ánimo ^^, se que es duro (yo mismo estoy pasando un momento así) pero creo que merece la pena seguir adelante y aunke no lo parezca, siempre hay alguién escuchando
impresionante es poco ... además de que yo también ... conozco bien el tema y me ha recordado muchas cosas ...
ánimo ^^, se que es duro (yo mismo estoy pasando un momento así) pero creo que merece la pena seguir adelante y aunke no lo parezca, siempre hay alguién escuchando
Zerosh Dharck- Nivel 2
- Mensajes : 32
Fecha de inscripción : 16/12/2010
Edad : 33
Localización : Móstoles
Re: Sentimientos
Gracias por compartir con nosotros algo asi, espero que almenos escribirlo te haya servido para sentirte algo mejor, ya sabes que aqui estamos para lo que necesites ^^
Re: Sentimientos
Muchas gracias, chic@s ^^ sé que estáis ahí para cualquier cosa, de eso no tengo duda alguna... y viceversa, claro y sí, me siento mucho mejor tras escribir este relato, y otro añadido que acabo de agregar (tengo pensado dejarlo en tres relatos). Gracias de nuevo ^^
PD: Agregado el Relato Nº2: Melancolía.
PD: Agregado el Relato Nº2: Melancolía.
Tsubasa- Nivel 52
- Mensajes : 1595
Fecha de inscripción : 14/05/2010
Edad : 34
Localización : Collado Villalba/Winhill
Re: Sentimientos
Sabes llegar bien hondo eh????estoy en un tris de ponerme a llorar. Si que ambas a la chica....pero has seguido adelante a pesar de ello>.<
Buen relato!!!!!!!!^^
Buen relato!!!!!!!!^^
yuki- Nivel 100
- Mensajes : 11226
Fecha de inscripción : 12/01/2010
Edad : 35
Localización : Madrid
Re: Sentimientos
Creo que si te pongo esto, te dire a lo que me recuerda tu segundo escrito.
Invitado- Invitado
Re: Sentimientos
oliver, todavia sigue sonando claro de luna en mi cabeza........ que fantasitica la capacidad que tienes de plasmar todo lo que sientes y ke vives en tu mundo interior en forma de letras y de relatos.......no solo me parecen unos relatos muy personales y fantasticos, sino que creo que tienes una capacidad para ello fabulosa!!!!!!! asi que soy el primero que te animo a que sigas con ello!!!!! gracias por regalarnos estos bellos y profundos relatos oliver, y tambien decirte que animo oliver atom, el new team estará siempre a tu lado!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
mlmiguel- Nivel 55
- Mensajes : 1727
Fecha de inscripción : 18/10/2010
Edad : 45
Localización : madrid
Re: Sentimientos
Bueno, antes de nada gracias de nuevo por el apoyo, y por molestaros en leerlo, gracias de todo corazón Acabo de publicar mi tercer y último relato en el primer mensaje de este post, se finaliza la trilogía y he de decir que me siento mucho más libre de carga tras escribirlos y observar vuestras muestras de cariño. Me alegra saber que os han hecho pensar un poco, y que hayáis captado la esencia de lo que quería transmitir (y eso es gracias a vosotros, no a mí ). Muchas gracias de nuevo ^^
Tsubasa- Nivel 52
- Mensajes : 1595
Fecha de inscripción : 14/05/2010
Edad : 34
Localización : Collado Villalba/Winhill
Re: Sentimientos
Querria decir algo pero no me salen las palabras.... Ya te lo dire cuando las encuentre ^^
Y bueno me alegro que al compartir esta trilogia con nosotros te haya liberado y como ya te dije escrbiendo asi como no la ibamos a captar ^^
Y bueno me alegro que al compartir esta trilogia con nosotros te haya liberado y como ya te dije escrbiendo asi como no la ibamos a captar ^^
Invitado- Invitado
Re: Sentimientos
Sólo diré que me he emociado mucho al leerlo y que se me han saltado las lágrimas (tengo el día sensiblero yo hoy y éstas cosas no ayudan T_T).
Patto tiene razón, nosotros podremos captar la esencia de tus escritos, pero todo es gracias a que sabes muy bien plasmarlo y reflejarlo en lo que escribes, cosa que no es nada fácil y que no todo el mundo es capaz de hacer.
Gracias a tí por compartir algo así con nosotros, y yo también me alegro mucho de que gracias a éso te sientas mejor^^.
Patto tiene razón, nosotros podremos captar la esencia de tus escritos, pero todo es gracias a que sabes muy bien plasmarlo y reflejarlo en lo que escribes, cosa que no es nada fácil y que no todo el mundo es capaz de hacer.
Gracias a tí por compartir algo así con nosotros, y yo también me alegro mucho de que gracias a éso te sientas mejor^^.
yunast- Nivel 92
- Mensajes : 5517
Fecha de inscripción : 07/11/2010
Edad : 31
Localización : Geofront
Re: Sentimientos
yunast escribió:Sólo diré que me he emociado mucho al leerlo y que se me han saltado las lágrimas (tengo el día sensiblero yo hoy y éstas cosas no ayudan T_T).
Patto tiene razón, nosotros podremos captar la esencia de tus escritos, pero todo es gracias a que sabes muy bien plasmarlo y reflejarlo en lo que escribes, cosa que no es nada fácil y que no todo el mundo es capaz de hacer.
Gracias a tí por compartir algo así con nosotros, y yo también me alegro mucho de que gracias a éso te sientas mejor^^.
Ya lo ha dicho ella en mi lugar^^
yuki- Nivel 100
- Mensajes : 11226
Fecha de inscripción : 12/01/2010
Edad : 35
Localización : Madrid
Re: Sentimientos
es... alucinante... me has dejado sin palabras... yo tambien tengo mucho escrito pero nose si tendría tu valor para subirlo...
Sayumi- Nivel 2
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